Una de las cosas que queremos proponer desde Juego Libre es jugar en familia. Hay muchos momentos en los que se puede hacer y muchas maneras diferentes. Se trata de recuperar el juego como una actividad habitual, en la que somos todos iguales, y donde todos disfrutemos del rato compartido. Jugar en familia puede tener lugar en casa, pero también en el coche, en una sala de espera, en un restaurante esperando la comida, en la playa, en la bañera, en el jardín… Jugar se convierte en medio de comunicación en el que nos acercamos los unos a los otros y donde los niños tienen oportunidad de expresar en su lenguaje sus deseos y necesidades. No hay reglas más importantes de lo que es pasarlo bien con alguna actividad común, las reglas están para cambiarlas.
Podemos jugar mientras cocinamos y limpiamos, tendemos la ropa o estamos en el autobus. En el momento en el que descubrimos que todo es juego resultará más facil. De hecho tenemos a los mejores maestros del mundo que con mucho placer nos ayudarán a descubrirlo: los niños.
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